
Tal vez, al contemplarlo entre en éxtasis, se sienta un iluminado, y por tanto por encima del bien y del mal. Igual se ve a si mismo perteneciendo a la orden mercedaria, salvando buenos cristianos de los malvados rojos, que con sus malas artes crean casos ficticios de corrupción y de financiación ilegal, perturbando la mente de los inocentes, y que él los curará y les hará ver "su" realidad.
Es el colmo de la hipocresía. Pues no dice que se inspira en la solidaridad del Padre Jofre, cuando el consell que el dirige tiene a miles de dependientes esperando a que se digne a concederles las ayudas que por Ley les pertenece. Bueno, si es cierto que a un pobre desvalido llamado Álvaro, con bigotillos, el Consell le ha apoyado con todo su espíritu "benefactor".
El peor mal que le puede ocurrir a un pueblo es que su gobernante se crea un iluminado, en esos casos la historia demuestra que el final de esos reinos es la ruina total, su principal causa la intolerancia y el fanatismo del líder y sus seguidores.
En este caso el Padre Camps lo que defiende es su propia locura, queriendo hacer creer a todo el mundo que él no sigue el caso Gürtel, que es todo mentira, que todos están con él. Vamos, casi casi, la clásica conjura judeo-masónica de su compadre Paco. Francisco, si tan Santo te consideras, vete a un convento de clausura, vete pronto. Y tranquilo, el hábito ya te lo regalaran de Milano.
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