miércoles, 22 de julio de 2009

"...atado, y bien atado..."

El 22 de julio de 1969, el dictador Franco decidió que Juan Carlos fuera su sucesor como jefe de Estado. 40 años años después, su deseo de perpetuar el Régimen con la instauración, que no restauración, de una Monarquía del Movimiento Nacional, como digo, ese deseo del dictador genocida Francisco Franco se ha cumplido.
Aquel día lo hizo de acuerdo con la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado de 1947 y la Ley Orgánica del Estado de 1967. Ambas se aprobaron en referéndum con mayorías aplastantes, como marcan los cánones en una dictadura.
En su artículo 1, exponía que "al producirse la vacante en la Jefatura del Estado, se instaurará la corona en la persona del Príncipe Juan Carlos de Borbón que la transmitirá, según el orden regular de sucesión". Afirmaba además que el rey debería jurar como sucesor, y así lo hizo el día siguiente, "lealtad a su excelencia el Jefe del Estado y fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional y demás leyes fundamentales del Reino".
Franco quería garantizar la continuidad de su obra, y sabia que debería cambiar el envoltorio, que mejor forma que instaurar una monarquía con un príncipe que jurase fidelidad a los principios y leyes del Movimiento y fuese capaz de traicionar a su propio padre. En los últimos años del dictador, Franco delego en dos ocasiones la jefatura del Estado en Juan Carlos, ejerciendo este como dictador suplente.
Existe mucha gente que opina que al votar la Constitución de 1978 la monarquía esta legitimizada. Técnicamente es probable, por eso realizaron esa jugada, incluir la monarquía en la Constitución, y hacernos tragar a los españoles con los designios del Dictador Franco. Constitución que por cierto nunca a jurado Juan Carlos. En la tan aclamada Transición hubo que hacer muchas renuncias y mantener a todos los dirigentes del franquismo. A los españoles nos negaron la posibilidad de elegir que modelo de Estado queríamos, no era una cuestión de Monarquía o República, era Democracia o Dictadura. Y elegimos Democracia aunque tuvieramos que cargar con una Corona.
Pero después de 30 años de Democracia, no ha llegado el momento de ser una sociedad mas avanzada y más justa. La Constitución dice que todos somos iguales, sin distinciones, pero eso no se cumple. Yo, mi hijo, o cualquier otro español no puede ser Jefe del Estado. Será uno por derecho de nacimiento, dando igual si está preparado o es tonto de remate, pero lo más grave, sin haber sido elegido democráticamente por el resto de los españoles. La República no es de izquierdas ni de derechas, es simplemente el sistema de Estado más justo. Yo puedo renunciar a banderas tricolores, a himnos de riego, pero no renuncio a una sociedad más justa y donde todos tengamos los mismos derechos y oportunidades.

"Libertad, igualdad, y fraternidad"


1 comentario:

  1. Por lo visto no soy el único que le sigue dando vueltas al tema y voy a peor, devoro todos los libros que encuentro interesantes de esta parte de nuestra historia y lejos de entender lo sucedido, cada día que pasa lamento no haber vivido en aquella época y sentirme participe de intentar transformar la sociedad como se intento durante la II Republica Española.

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